martes, 19 de abril de 2016

Umbralejo y Valverde de los arroyos

Si hay dos sitios que no debes dejar de visitar, en la sierra norte de Guadalajara, dentro de los conocidos como pueblos negros, son precisamente estos dos. De camino a nuestros destinos principales haremos alguna parada en otros lugares de interés.

Cogolludo

Comenzaremos nuestro recorrido por el pueblo de Umbralejo. Para llegar hasta él y suponiendo que partamos de Madrid, hay que tomar la A-2 hasta Guadalajara capital. Desde el núcleo urbano, al lado de la estación de renfe, tomaremos la C-101 hasta Fuencemillán. Al llegar a una rotonda hay que tomar la CM-1001 hasta Cogolludo, donde haremos una primera parada para contemplar la excepcional fachada del Palacio Ducal y la amplia plaza con  soportales que lo rodea. Otros elementos a destacar del Palacio son, en el interior, un patio plateresco y una chimenea gótico-mudéjar. Por desgracia, el alto nº de vehículos aparcados en la misma, ensombrece todo el conjunto. 



 la Nava de Jadraque

Proseguiremos viaje por la CM-1001 hasta confluir en una rotonda con la CM-1006, que procederemos a tomar hasta el cruce con la localidad de la Nava de Jadraque, donde nos desviaremos para visitar un excepcional ejemplar de árbol, que se encuentra a unos 70 metros de la iglesia, junto al arrollo de la dehesa. Se trata de un rebollo con un tronco de unos 5 metros de perímetro y una altura de 19 metros, con una antigüedad estimada de 300/400 años. Este ejemplar está incluido dentro de la lista de árboles monumentales de Castilla-La Mancha.


Ejemplar monumental de rebollo en la localidad de La Nava

Ejemplar monumental de rebollo en la localidad de La Nava


Umbralejo

Retomaremos otra vez la CM-1006, en dirección norte. Tras coronar una pequeña cuesta, se abre ante nosotros el paisaje espectacular de la sierra de Guadalajara, con el majestuoso pico Ocejón siempre presente en el horizonte. La carretera ahora serpentea sin parar, tras varios km., al enfilar una pequeña recta veremos un desvío a la izquierda que nos conduce hasta Umbralejo. Tras tomarlo, a menos de 1 km. a la derecha se encuentra el aparcamiento de vehículos. Desde ahí a pie, a unos 250 metros, tenemos la entrada del pueblo. Yo te recomendaría que esta visita no te la perdieras, desde luego es mi debilidad. Eso sí, si tienes pensado llegar hasta aquí has de tener en cuenta antes, que Umbralejo tiene horario de visita: de abril a septiembre, lunes a viernes 12-14 y 16-20 horas; sábados, domingos y festivos de 12-20 horas. De Octubre a marzo, lunes a viernes de 12-14 y 16-18 horas horas, sábados, domingos y festivos de 12-18 horas.


Umbralejo

Umbralejo

Umbralejo




Umbralejo

Umbralejo - Casa aislada junto a la carbonera

Umbralejo - Iglesia


Umbralejo - Casas taller

Umbralejo - Casa taller


En la década de los 60, como otros pueblos de España sufre una fuerte emigración y queda abandonado. En 1984 el pueblo entra a formar parte del programa de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados. Desde entonces y hasta ahora, tras sucesivas campañas de restauración, el aspecto que presenta es formidable. Parece un pueblo de cuento de hadas, con rincones de ensueño a cada paso. Desde luego no negaré que las sucesivas restauraciones hayan podido alterar la arquitectura original de la población, pero la esencia la han mantenido y el resultado es fabuloso. Sólo hay un edificio sin restaurar, el de la iglesia, según me dicen por no haber llegado a acuerdos con el obispado. Una pena esto último, puesto que es el único borrón de todo el conjunto.


Valverde de los Arroyos

Ahora tomaremos de nuevo nuestro vehículo y proseguiremos nuestro recorrido por la carretera que nos dio acceso acceso a Umbralejo. La carretera, muy revirada, desciende hasta cruzar en la parte más baja, el río Sorbe. A partir de ahí asciende hasta llegar a nuestro siguiente destino, Valverde de los Arroyos

Vista general de Valverde de los arroyos y sus chorreras desde la carretera de acceso desde la capital

Se trata de un conjunto urbano de postal, que ha adquirido mucha fama en las dos últimas décadas, de hecho se encuentra incluido en varias listas, entre los pueblos más bonitos de España. No querría yo desmerecer tal estatus, pero la masificación que este pueblo sufre los fines de semana y puentes, estropea su encanto.  Todavía recuerdo cuando visité este pueblo por primera vez, nada más tenía una pequeña taberna en el centro de la plaza, enfrente de la fuente. Ese pequeño local constituía todo el dispensario gastronómico y de ocio del pueblo. Estaba regentado por "El cojo", un hombre maduro, afable, con quien la conversación no se enfriaba nunca. Debido a sus limitaciones físicas, te guiaba desde su silla, para que tu mismo te sirvieras dentro de la barra, sin necesidad de moverse él. Hoy en día en este pueblo podrás encontrar restaurantes, alojamientos rurales y hoteles, ahí es nada el cambio. El conjunto urbano siempre está en continúa restauración, sin desbordar significativamente éste los límites de la población. Sus numerosos rincones y las rosaledas adheridas a las fachadas dejarán en tu retina una bonita huella.


Valverde de los Arroyos
Construcción típica con rosaledas adheridas a la fachada


Pico Ocejón

Valverde de los Arroyos también es punto de partida de numerosos senderistas. Partiendo de las eras del pueblo podrás encontrar dos rutas principales Los más preparados buscan coronar el pico Ocejón, lo que implica superar un desnivel de 800 metros. Se trata de una caminata de alrededor de 3 horas, para hacer cumbre y un poco menos para el descenso, que puede resultar no apta, para personas no iniciadas y preparadas.






Vista del pico Ocejón desde el camino de acceso a las chorreras.

La ruta más turística es la que accede hasta las chorreras de despeñalagua, prácticamente llana y de una hora de duración (ida y vuelta). La primera vez que accedí a este paraje, hace ya varios lustros, recuerdo que la senda estaba poco definida en algunos puntos y muy cerrada por la vegetación. En el momento actual, la senda está como si todos los días pasasen 50 paquidermos, literalmente apisonada. A medida que nos vamos acercando, vamos siendo más conscientes del excepcional salto de agua, de que se trata. El camino acaba en una pradera presidida por un gran nogal, al pie de las cascadas. Las chorreras son un salto escalonado de cerca de 100 m. que cuando está en su máximo esplendor te ofrecerá dos cascadas, paralelas. Impresiona el sonido que provoca el agua y el ambiente húmedo que envuelve el espacio. El volumen de agua de la cascada fluctúa mucho, según las estaciones. El mejor momento para visitarla es durante el deshielo primaveral. Si tienes suerte y estás sólo, en fin de semana imposible, disfrútalo, este sitio es de los que se recuerdan.

Paisaje camino de las chorreras




Chorreras de despeñalagua

Chorreras de despeñalagua




Vista general de las chorreras de despeñalagua desde la senda que sube al Ocejón

Chorreras de despeñalagua
Por último, no querría olvidarme de la Fiesta de la octava del Corpus, que se celebra en la localidad el domingo siguiente a la octava del Corpus. Una fiesta de 400 años de tradición, declarada de interés turístico regional y donde los protagonistas van trasmitiendo el testigo de unas generaciones a otras. La fiesta se inicia al mediodía con la Misa Mayor, en ella, aparecen ocho danzantes que portan una vestimenta muy peculiar consistente en camisa y pantalón blanco, cuyos bordes se adornan con puntillas y bordados y tocados con una especie de mitra, recubierta de adornos florales y espejos. Les acompaña el botarga ataviado con un traje de pana, de colores chillones, muy llamativo y el gaitero/tambolinero con traje de fiesta. Tras la misa, se inicia una procesión, con parada en la plaza del pueblo, para mostrar la custodia. Desde ahí se asciende a las eras del pueblo, para realizar la famosa danza con el Ocejón de telón de fondo, el cura bajo Palio y la custodia presidiendo. He de decir que la primera vez que contemplé esta danza, me emocionó la concentración y el esfuerzo que los danzantes y el propio gaitero, septuagenarios en muchos casos, ponían en su desempeño. Por último los Danzantes bajarán de nuevo a la plaza para ejecutar las vistosas danzas de cintas, que se bailan en torno a un poste al que permanecen sujetas, está parte es menos exclusiva, puesto que es común con numerosos pueblos de España. Las cintas se combinan también con el paloteo, siendo todas ellas de gran vistosidad y colorido.


Manuel Andrés

Para saber más:
Cogolludo:Plaza y Palacio, por Herrera Casado

                                               P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.

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